miércoles, 7 de septiembre de 2011

Capítulo 13-Fiesta (Primera parte)

La mañana concluyó. Era el día de la fiesta de Roquer, y a las 22:00h Misa venía a recogerme a mi casa.
Roquer estaba muy raro hoy, no paraba de moverse de un lado a otro, estaba....¿nervioso? No lo sabía. Pero lo parecía, aunque no estaba segura. Le pregunté que le pasaba, y siempre me respondía con un "No te preocupes por mi" y me besaba. Eso ocurrió en el recreo.
Cuando llegué a casa, comí algo, e hice los deberes, no eran muchos, solo de lengua.
Estuve viendo la tele todo el tiempo, hasta que empecé a hacer zapping, y me aburrí. Entonces fue cuando me di cuenta de que eran las 20:00h. Y fui a ducharme. Me puse el vestido que habáamos estado buscando Misa y yo. Algo me faltaba...¡Los zapatos y el peinado! Rebusqué unos tacones negros, y me cogí la plancha para alisarme el pelo. Eso me hizo perder un tiempo bastante largo. El timbre sonó y me puse los tacones. Cogí el móvil, y el bolso, y le escribí una nota a mi padre (que se fue a ver un partido de fútbol a casa de un amigo que conocíamos que vivía aquí) "Papá, me voy, te dejo algo de cena en la nevera, por si tienes hambre, solo tienes que calentartela en el microondas. No llegaré por la mañana. Tranquilo. Te quiero. Melinda" El timbre volvió a sonar. Y dejé la nota sobre la encimera.
-¡¡¡¡VOY!!!
Abrí la puerta enfadada con Misa.
-Es que tardabas mucho...
Apagué las luces. Y cerré la puerta echando la llave.
-Estaba escribiendole a mi padre una nota, por eso tardaba.
-Vale, no importa.-dijo medio enfadada.
-¿Qué te pasa?
-Que....Vas más guapa que yo...-entristeció.
-¡¿¡Qué!?!
-Eso.
-No te preocupes... Estás increíble.
-Lo dices porque el vestido es tuyo...
-¡Que no, pesada! Estas preciosa.
-Lo que tú digas.
Nos reímos y echamos a andar hasta la casa de Roquer, en realidad no estaba muy lejos de la mía.
Roquer vivía en una especie de mansión, por llamarlo así. El jardín era enorme, con flores, y gnomos. De las ventanas salía la luz de que desprendían las lámparas. Misa llamó al timbre, y nos abrió Roquer. Me dió un abrazo y me besó en el pelo.
-Estas....guauu.-me miró de arriba abajo.
-Exagerado...
Negaba con la cabeza. Me sonrió, pero estaba raro...Podría ser lo de esta mañana...Que no quiso decirme...
Empezó a llegar gente, y era Roquer el que siempre abría la puerta, como anfitrión que era. Yo me quedé con Misa y Cristian junto a las bebidas, pero estaba de sujetavelas. Lo que hacían era morrearse, y no se cortaban. Misa se alegró mucho de que Cristian la hubiera echado unos cuantos piropos de lo bien que iba. A él le creyó, a mí no.
Había gente que ni conocía, eran muchas personas. Roquer vivía en una gran casa, así que se podía permitir que vinieran tantas.
Roquer se dió cuenta de que estaba sola. Y se acercó a estar un rato conmigo.
-Lo siento.
-¿Por qué?-dije algo sorprendida.
-Debía de haber estado contigo.
-Calla. Es tu fiesta, no me importa. Lo entiendo.
-No. No vas a conseguirlo.-se rió.
-¿Conseguir el qué?
-Que te crea. Sé que estás mal...que te sientes sola.
¿Como sabía eso?
-Lo sé.
Me estaba empezando asustar.
-¿Qué es lo que está pasando?
-No te preocupes, no es nada.
-Pero eso es raro, lo de que sabías que me sentía sola, ¿cómo...?-se me iba apangando la voz con la frase.
-Ya te lo explicaré.-me sonrió, y me abrazó.-Ven.-me cogió de la mano y me llevó a su habitación. Era enorme, tenía una estantería con muchos libros. Eso me gustaba. Él cerró la puerta.
Me estremecí al notar un escalofrío por mi espalda...me volví y Roquer me estaba sonriendo.
-¿Qué? ¿Tengo monos en la cara?-se rió y me besó apasionadamente, como nunca me había besado. Aquella noche no sabía lo que podía pasar, pero aquello, no iba a ser.Roquer empezó a besarme el cuello y me tiró a en su cama, él seguía.
-Roquer, para-no me hacía caso,continuaba, me mordió en la garganta y yo gemí, pero Roquer se rió-Roquer...-seguía-¡Roquer! Para...-se sobresaltó y lo dejó. Me senté en la cama. Lo miraba confusa.
-Lo siento...No quería hacerlo.
-Mentira...Si querías, lo que pasa es que te he avisado con tiempo.
-Es que....Te deseo demasiado-no lo entendía-Mi cuerpo es más fuerte de lo que creía...-me miró sonriendo.

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